Continuamos con las entrevistas de las personas que forman parte del equipo de profesionales que, con su trabajo y esfuerzo, hacen posible la Red de Centros. Esta semana volvemos a charlar con María Ruiz, que nos explica cuál es la labor del área económico-financiera de la Red y su imprescindible cometido en el día de a día de los colegios.
Pregunta: ¿Puedes explicarnos quiénes forman parte de este área y cuál es cometido de la misma dentro de la Red?
María Ruiz Dávila: El área económico-financiera de la Red de Centros Educativos de la Institución Teresiana está formada por todas las administradoras y administradores y por el equipo técnico en el Secretariado. Trabajamos estrechamente con las cinco entidades jurídicas titulares en aspectos de gestión económica, de conservación y mantenimiento de inmuebles, de contratos con terceros, etc. Nuestra tarea es un trabajo humilde y laborioso, pero esencial para la mejor gestión posible de los recursos, en la que se cuenta con la colaboración de docentes y alumnos desde la cultura de los cuidados, del reciclaje... Estos últimos cursos están siendo especialmente difíciles. Agradecemos a las administraciones públicas los apoyos recibidos en forma de ampliación de horas de docencia en algunas Comunidades Autónomas, en material higiénico-sanitario, pero aún con todo esto los gastos ordinarios de limpieza o en monitores de comedor, por ejemplo, se han disparado. Aprovecho esta ocasión para felicitar a las y los administradores por su buen trabajo.
P.: ¿Qué está subvencionado por los conciertos educativos?
Mª. R. D.: Regularmente informamos a la Consejería o Gobierno Autonómico, al Consejo Escolar, a las familias y trabajadores de qué gastos son cubiertos por la subvención del concierto educativo, que contribuye a sostener de forma parcial el Centro. Los colegios de iniciativa social y de Titularidad privada que se acogen al régimen de conciertos, establecido en 1985, forman parte del servicio público de educación, no discriminatorio, a la que tienen derecho todos los niños y niñas según la libre elección de sus familias que recoge la Constitución. Los conciertos educativos son un compromiso formal entre la Administración Pública y la Titularidad solicitante con una serie de obligaciones mutuas en relación con los docentes de las etapas concertadas y con la correcta gestión de los fondos públicos recibidos en concepto de “Otros Gastos” para el sostenimiento de la actividad lectiva. Estos conciertos son revisados de forma periódica, así como el apoyo a la integración del alumnado con diversos tipos de necesidades educativas. Si en el Centro se imparten enseñanzas privadas, como pueden ser el 1er ciclo de Educación Infantil (0-2 años) o Bachillerato, esos gastos son asumidos directamente por la Titularidad y se cubren a través de las cuotas pactadas con las familias.
La cuantía económica del módulo “Otros Gastos” del concierto es fijada anualmente en los presupuestos generales del Estado y de cada Autonomía, que determina en sus presupuestos la cantidad a percibir por etapa y unidad educativa. Estas cantidades pueden variar significativamente de una Comunidad Autónoma a otra; de hecho, en algunas comunidades hace 5 años que no se incrementa la cuantía del módulo de Otros Gastos. Toda esta información es pública y se da cuenta de su aplicación de forma rigurosa, como corresponde. La parte de gastos de funcionamiento ordinario del Centro que no cubre el concierto debe gestionarse con fondos propios: suministros, limpieza, conservación y mantenimiento mínimos, gestorías, asesorías y seguros obligatorios, así como el coste del personal no docente.
Los salarios que reciben los docentes “en pago delegado” (aquellos que imparten docencia en las etapas concertadas) responden a las tablas salariales del correspondiente convenio sectorial, que establece también su carga docente lectiva y no lectiva en un régimen distinto a la de los docentes contratados por el Estado. Desde el Centro se da cuenta a la administración pública de las vacantes y de los correspondientes perfiles profesionales para cubrirlas. Según la normativa autonómica, se solicita autorización para la sustitución de personal docente en casos de incapacidad temporal o permisos, por ejemplo, pues son las Consejerías quienes fijan los plazos de sustitución.
P.: ¿Hay cuotas en los colegios?
Mª. R. D.: Como parte de la enseñanza concertada, las actividades complementarias de la Programación Anual del Centro (salidas culturales y otras actividades que completan el currículo) son presentadas para aprobación del Consejo Escolar y de la inspección educativa. De igual forma los precios de otros servicios, tales como el menú escolar -de oferta obligada- o los servicios complementarios y voluntarios que faciliten la conciliación familiar como el aula matinal, las actividades extracurriculares (fuera del horario lectivo), los servicios de orientación escolar o gabinete psicopedagógico no concertados o la gestión educativa a través de plataformas que mejoren la comunicación con las familias y el seguimiento de los alumnos. Todos ellos son servicios para los que el Centro solicita autorización en su oferta y precio.
Las cuotas que fija el Centro corresponden a las enseñanzas privadas y a los servicios y actividades complementarias autorizadas, tanto en su oferta como en el precio. No hay cuotas para la enseñanza concertada, como claramente establece la ley para las materias curriculares.
P.: ¿Qué otros servicios ofrecéis?
Mª. R. D.: En algunos centros es además posible ofertar:
- Seguro escolar voluntario,
- Bachillerato Dual Americano,
- Talleres y actividades que amplían la oferta educativa,
- Venta de equipamiento deportivo, material escolar propio, libros, etc., de forma directa o a través de librerías locales y convenios que se hacen con editoriales para toda la Red desde una gestión centralizada.
P.: ¿Qué apoyo pedís a las familias para vuestro proyecto educativo?
Mª. R. D.: El apoyo principal que solicitamos a las familias es su compromiso y respeto del carácter propio del Centro que han elegido para sus hijas e hijos. Creemos en el valor de la educación que proponemos, de los profesionales docentes y no docentes que educan, en su formación y actualización profesional para ofrecer una mejor enseñanza. Queremos seguir mejorando en una información transparente que les permita comprender que la educación obligatoria en un centro concertado no cubre totalmente el coste real del puesto escolar en relación con los costes de funcionamiento del centro, de ahí que se solicite su apoyo voluntario para el proyecto educativo. Poveda se atrevió a pedir a todos, “no es necesario ser rico para dar”, dijo, “buscad la cooperación de las familias, pues la obra educativa es obra de todos”.
Las AMPAS y la Federación de AMPAS conocen esta situación. La mutua colaboración es imprescindible para que todas las familias puedan conocerla también y colaborar en la medida de las posibilidades de cada uno. Los salarios suben en el porcentaje fijado por patronales y sindicatos, pero el IPC sube aún más, encareciendo servicios básicos como comedores y limpieza, las reparaciones y mejoras en las aulas, en tecnologías y en los propios edificios, que sufren el paso del tiempo. Los precios que se proponen quieren adecuarse al poder adquisitivo de las familias de cada Centro y los incrementos anuales son los mínimos. Vemos con preocupación desequilibrios presupuestarios que por distintas circunstancias están haciéndose crónicos. Por eso solicitamos que se cubran los costes generados por el desarrollo de las actividades organizadas por los distintos grupos y proyectos.
P.: ¿Tenéis becas?
Mª. R. D.: Los centros y las AMPAS colaboran con las familias que solicitan ayuda informando de los fondos de ayuda pública que se ofrecen, en ocasiones ayudando también a gestionarlas; a través de las becas de comedor o poniendo el personal de administración y servicios a disposición de las familias y de la administración pública para la gestión de distintos programas, como el banco de libros. En algunas Comunidades la administración solicita la colaboración del Centro en Planes de choque y de acogida de alumnos, asumiendo la mayor parte de los gastos, poniendo a su disposición materiales escolares y dispositivos tecnológicos aportados con fondos propios. Además, según los recursos de que disponga el Centro cada curso académico, es posible destinar partidas para becas parciales o totales de alumnos en etapas privadas, de actividades extraescolares o de algunos servicios gestionados directamente por el Centro o por la AMPA. Estamos en comunicación estrecha y abiertos siempre al diálogo con cada familia para que, según la renta y necesidades de las familias solicitantes, ya sean monoparentales, familias numerosas o en otras situaciones familiares y profesionales, podamos encontrar vías que no perjudiquen en modo alguno el crecimiento personal y educativo del alumno.
Aprovecho esta ocasión para agradecer la extraordinaria solidaridad y generosidad de las familias que, en la medida de sus posibilidades, ofrecen colaboración voluntaria con dedicación de su tiempo, organizando campañas, talleres con alumnos, actividades de apoyo a otras familias y a proyectos del Centro.