Seguimos conociendo la labor que desempeñan las distintas áreas de la Red de centros y a los profesionales que las hacen posibles. Esta semana charlamos con Irma Carballo, Lucía Fiol, Mónica Fortea y Almudena Colorado, responsables del Área de Pastoral y Proyección social, que nos hablan de la importancia que tiene la educación basada en los valores cristianos para los estudiantes y el trabajo que se realiza en la Red para que todos los centros puedan desarrollar de forma plena su labor evangelizadora.
P.: ¿Qué función desempeña el equipo de pastoral y cuál es su misión principal?
Lucía Fiol: La función principal del Equipo de Área de Pastoral y Proyección social es el de impulsar, dinamizar y coordinar las líneas de evangelización comunes a todos los colegios de la Red de centros a partir de tres líneas de impulso: Camino, Comunidad y Cuidado.
En la primera línea de Camino impulsamos principalmente tres itinerarios: Interioridad, Identidad y Compromiso.
En la segunda línea de Comunidad facilitamos y acompañamos la vivencia de la fe, ofreciendo propuestas diferenciadas que ayuden a todas las personas de la comunidad educativa de cada centro a vivir la fe desde el momento del camino en que cada uno y cada una se encuentra.
Por último, en la tercera línea de Cuidado ponemos la mirada en el cuidado de la Vida de nuestros centros, en el acompañamiento, cuidando los espacios, el ambiente, la persona.
Junto a este camino que se integra en la Acción tutorial, áreas curriculares, Buenos Días, tiempos litúrgicos, fechas significativas… está también el área de religión que complementa este camino de diálogo fe-ciencia. Desde hace dos años venimos haciendo un camino con todo el profesorado de religión de nuestros centros para recrear y renovar una propuesta conjunta.
P.: ¿Cómo conecta todo esto con la propuesta educativa?
Irma Carballo: Desde hace unos años tenemos una propuesta pastoral que va articulado a todo el proyecto educativo del centro y que nosotros llamamos “En clave povedana”. Supone un esfuerzo de creación para reforzar la identidad común de los centros, dar más coherencia a la pastoral, posibilitar que el colegio sea un “lugar de evangelización” y aportando al conjunto la riqueza de cada centro.
La línea anual (lema, canción, cartel, hilo conductor…) responde a una reflexión que tiene en cuenta el contexto en el que nos movemos en los centros educativos, el contexto social general y la propuesta del Evangelio vivenciada desde nuestra espiritualidad de encarnación. Nos ofrecemos un conjunto de materiales que permitan transversalizar el lema en toda la propuesta educativa anual, sean oportunidad formativa para el profesorado y ayuden a acompañar a los alumnos en su proceso de madurez personal y de fe.
Y todo este proceso lo construimos conjuntamente todos los centros de la red.
P.: ¿Cómo hacéis desde el equipo de área para que esta propuesta llegue a cada colegio?
Mónica Fortea: Hemos afianzado un modelo de trabajo y relación entre los coordinadores de pastoral favoreciendo sinergias y una mirada conjunta a la comprensión e impulso de la evangelización y la pastoral hoy en nuestros centros.
Poveda decía…”La verdad está en las Obras”, así que la mejor vía es el recurso humano, las personas, educadores del centro, familias implicadas, antigu@s alumn@s, dirección…cada miembro de la comunidad educativa tiene su sitio, deber y responsabilidad en esto pues estamos ante una pastoral de procesos.
Y dentro del centro, lo hace todo el personal, cada día, desde su persona, con sus gestos, palabra y obra. Lo hace trabajando en equipo y ofreciendo espacios y experiencias donde tanto alumnado, profesorado, familias, PAS, AAAA, entorno cercano, cada uno desde su momento personal puedan hacer camino interior de crecimiento y apertura al otro y a Dios.
Hoy en día, necesitamos ofrecer y ofrecernos cuidados cargados de este estilo de los primeros cristianos “mirad cómo se aman”.
P.: ¿Cuáles son los valores que como escuela católica intentáis transmitir a los alumnos/as?
Almudena Colorado: Pedro Poveda creyó que desde la fe era posible la transformación de un mundo más justo y humano y en ese sentido intentamos transmitir a nuestros alumnos y alumnas valores que les ayuden a ser personas plenas, con actitud crítica, comprometidas con la sociedad en la que viven para que esta sea más justa, más igualitaria y más humana.
La inclusión, el cuidado de la persona y de la casa común; la interioridad como medio para conocerse a sí mismos y abrirse al encuentro con ellos mismos, con el otro, con Dios y con el mundo que les rodea; suscitar y fomentar en ellos el deseo de colaborar en la construcción de un mundo mejor, la importancia de la oración, el amor, la alegría, la solidaridad, el respeto, la tolerancia y el compromiso. Ayudar a que cada alumno pueda dar de sí todo lo bueno que puede dar descubriendo y desplegando lo que es y puede llegar a ser.
Educación y evangelización van unidos en nuestro proyecto por lo que los rasgos que queremos de la persona formada en clave Povedana (consciente, autónoma, comprometida y colaborativa) van impregnados del humanismo cristiano y los valores del evangelio.
P.: En vuestro planteamiento ¿existen programas de Proyección Social?
Mónica Fortea: Mucho, desde la metodología de aprendizaje y servicio y muy complementado desde la propuesta pastoral. En este sentido, se fomentan experiencias de voluntariado locales desde una actitud crítica y un itinerario formativo específico para que interioricen este camino como un modo de ser y no sólo de hacer.
Estamos transversalizando también en todas las etapas educativas, de la mano de InteRed, ONGD de la Institución Teresiana, un itinerario de Educación Transformadora para la ciudadanía global que trabajamos transversalmente
P.: ¿Crees que en la sociedad actual son más importantes que nunca los valores cristianos a la hora de educar a los jóvenes?
Irma Carballo: En el contexto de España, en el ámbito de la pastoral estamos viviendo un momento de fuerte cambio: crisis de Dios, de la iglesia, del lenguaje, de los símbolos, del evangelio…
Y necesitamos un cambio de mirada al alumno, al profesorado, a la comunidad… que tenemos y que soñamos; una pastoral del encuentro y la relación que cuide el “idioma de la proximidad”, como dice el Papa Francisco, una pastoral que celebre la vida, que conecte con la fuente de sentido, que lleve al compromiso, que ayude a descubrir la vocación.
En la sociedad en la que vivimos, plural y cambiante, y más aún en este tiempo post-COVID, es necesario más que nunca, encontrar nuevas formas, nuevos caminos para acompañar a nuestro alumnado y también al personal de nuestros centros y para ello es muy importante generar espacios de diálogo, de escucha, de confianza y de encuentro.