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Mario Ruiz, profesor del Colegio de Castroverde nos cuenta de que forma utilizan "una cantidad variada de estrategias cooperativas (lápices al centro, 1-2-4, folio giratorio…) para hacerles comunicarse y participar". Estas dinámicas no solo fomentan la interacción entre los estudiantes, sino que también garantizan una comprensión más profunda del contenido. Además, después de las actividades cooperativas, "se hacen puestas en común sobre lo trabajado, donde muchas veces se utiliza el azar para que todos/as se aseguren que deben saberlo para poder comunicarlo".

Para mantener a los estudiantes motivados, el colegio secuencia cuidadosamente las situaciones de aprendizaje. Según Ruiz, "solemos secuenciar las situaciones de aprendizaje, enganchando desde los conocimientos previos y aportando variedad de propuestas para conseguir la motivación de todos/as". Este enfoque personalizado asegura que todos los alumnos se sientan incluidos y motivados a participar activamente.

Ruiz subraya la importancia de garantizar situaciones de éxito para todos los estudiantes. "Normalmente garantizando situaciones de éxito. Hacerles entrar en las dinámicas más sencillas para que puedan hacerlo bien". Además, a la hora de exponer, es fundamental proporcionar recursos de apoyo, "siguiendo las claves del DUA", lo que permite a los estudiantes sentirse seguros y preparados.

Los proyectos finales en el Colegio Castroverde son un ejemplo perfecto de cómo integrar diferentes áreas del conocimiento. Ruiz explica: "Todos los proyectos finales son el punto final a muchas horas sobre diferentes saberes básicos, aunando competencias. Si por ejemplo conectamos inglés con science y arts, y al final el alumnado crea una maqueta de ecosistemas de animales a exponer, la motivación por demostrar todo lo que saben y con espacio para ser creativos, hace que todo mejore".

La adaptabilidad es clave en el enfoque pedagógico del Colegio Castroverde. "Son un elemento que facilita las adaptaciones a diferentes niveles de desarrollo y de competencia", menciona Ruiz. Aunque las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (TAC) no deben ser protagonistas en edades tempranas, "son un buen elemento para poder dar respuesta al currículo y también realizar las adaptaciones correspondientes". En el colegio, estas adaptaciones están "secundadas y acordadas, introducidas en los momentos de las situaciones de aprendizaje de una manera consensuada y con sentido".

Para Mario Ruiz, la dinámica de la clase y la comunicación son esenciales. "Ser dinámicos, llegar a sus emociones, hacerles entender también que existe un peso en la evaluación (cuando van creciendo), que vean el aula como un círculo de confianza donde poder expresarse… y lo más importante: ser modelos de comunicación". Este enfoque ayuda a los estudiantes a sentirse cómodos y motivados para participar activamente en clase.