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Estos dos años de pandemia nos han enseñado muchas cosas, pero quizá una por encima de todas: que vivimos en sociedad y que es imprescindible cuidarse a uno mismo pero también a los demás. Estos tiempos de cambio e incertidumbre nos recuerdan la importancia de velar por el bien común sin olvidarnos de la importancia que cada persona tiene como individuo y del respeto que merece nuestro entorno, la naturaleza y, en definitiva, el planeta en el que vivimos. En el colegio Victoria Díez de Teruel llevan un tiempo implementando la llamada Pedagogía de los cuidados que, precisamente, busca mejorar la sociedad proponiendo algo tan simple, y a la vez tan complejo, como que nos cuidemos y cuidemos a los demás. Charlamos con ellos para que nos cuenten en profundidad cómo desarrollan este interesante proyecto.

Es de noche y en el colegio Santa María la Nueva y San José Artesano de Burgos los sonidos habituales de los alumnos charlando por los pasillos y jugando en el recreo o las voces de los profesores impartiendo la lección durante la jornada, se sustituyen por el ruido mecánico y constante de tres máquinas. En concreto, el sonido proviene de las tres impresoras 3D del centro que se emplean en las clases de FP y Tecnología, que durante estas últimas semanas tienen una nueva misión; y es importante: fabricar torniquetes de plástico que serán enviados a Ucrania para ayudar a las personas que se encuentran en aquel país, ya sean civiles o militares, que puedan resultar heridas durante los combates y bombardeos del ejército ruso desde que comenzó la guerra hace ya más de un mes.

Seguimos conociendo la labor que desempeñan las distintas áreas de la Red de centros y a los profesionales que las hacen posibles. Esta semana charlamos con Irma Carballo, Lucía Fiol, Mónica Fortea y Almudena Colorado, responsables del Área de Pastoral y Proyección social, que nos hablan de la importancia que tiene la educación basada en los valores cristianos para los estudiantes y el trabajo que se realiza en la Red para que todos los centros puedan desarrollar de forma plena su labor evangelizadora.

Desde que estalló la guerra, al menos 75.000 ucranianos, en su mayoría mujeres y niños, han llegado a España. Han sido innumerables las muestras de solidaridad de todos los ciudadanos en estos duros momentos, y ejemplo de ello, es nuestro colegio Pedro Poveda de Palma de Mallorca. Tres niños refugiados, familiares de dos alumnos ucranianos del colegio, han llegado a sus aulas (concretamente a 3º, 4º y 6º de Primaria) donde han sido recibidos con entusiasmo tanto por los trabajadores del centro como por sus compañeros.