Crear vínculos con las personas que tenemos alrededor y nos necesitan es fundamental. Crear comunidad y que, dentro de los entornos que vivimos nos ayudemos entre nosotros es una labor maravillosa.
Son muchos los colectivos que precisan de nuestra empatía. Gente de nuestro barrio, pequeños negocios… Y es importante crear una escuela abierta a esa sociedad que nos rodea.
Es por eso que desde el colegio Escola Arrels llevan a cabo un APS: un proyecto de aprendizaje y servicio.
Este, consiste en unos meses de estudio sobre que es un APS y después en una segunda fase -que dura 3 semanas-, “se dividen en grupos y salen a hacer servicios. Que es un aprendizaje mutuo” nos asegura la profesora encargada del proyecto.
Son varios escenarios de servicios, por un lado, una es escuela de niños con ciertas dificultades. “Nuestros alumnos trabajan con ellos un huerto urbano. Hacen compostaje, preparan el huerto… es muy satisfactorio” nos explica la profesora.
Otro de los grupos comparte tiempo con personas mayores que se encuentran en un centro. Gente que necesita compañía y que, los alumnos del colegio le ofrecen a través de juegos como la petanca, el ping-pong o bailes.
“Los alumnos previamente se preparan las materias. Luego ellos les explican los orígenes de los juegos, en qué consiste y les enseñan a jugar y a bailar” nos cuenta Pilar Cuesta.
Por otro lado, otro de los grupos va a otro centro donde bailan sevillanas, bailes latinos y les enseñan una coreografía.
Por último, el servicio de telefonía a mayores. Los alumnos enseñan a las personas mayores del barrio a utilizar las nuevas tecnologías y aprender a defenderse con ellas.
“Una labor maravillosa”.
Pero no todo acaba ahí, las personas mayores que han recibido la visita de nuestros alumnos y alumnas también les han enseñado cosas a ellos. “Les enseñaron a jugar a un juego y luego, los más mayores vinieron a nuestro colegio a aprender a jugar a videojuegos de la mano de nuestros alumnos y alumnas” nos explica Cuesta.
Este servicio, se encuentra dentro de las tutorías de los alumnos, de la asignatura de religión, tecnología, informática o biología. Un aprendizaje 360º donde enseñarles que “cualquier persona, tenga la circunstancia que tenga, puede ayudar a transformara la realidad. Es parte fundamental de la filosofía de Padre Poveda. Partimos de una necesidad de relacionarnos con el barrio y de crear una escuela abierta al barrio”.
“Queremos ayudar a nuestros alumnos y alumnas a crear horizontes más allá del colegio y la familia, que se vean parte de un barrio donde hay personas de todo tipo: vulnerables, no vulnerables, con más o menos necesidad… y que a través de nuestro tiempo y dedicación podemos ayudar a transformar su realidad”.
Una forma preciosa de ayudar a los de nuestro alrededor que más nos necesitan y un aprendizaje para los chicos y chicas del colegio que “se han implicado de una forma espectacular. Han creado además un diario dónde van contando como ha ido su experiencia”.