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El método Montessori, basado en la filosofía de respetar la naturaleza psicológica única de cada estudiante, ha encontrado un lugar en el Colegio Santa Teresa de León. Aunque este conocido método ya se había introducido en pequeñas dosis en el centro, el curso intensivo ha marcado un punto de inflexión. Actualmente, el colegio está inmerso en un plan para integrarlo completamente en su enseñanza diaria.

Se distingue por crear un entorno cuidadosamente preparado: un espacio ordenado, estéticamente agradable, sencillo y auténtico, donde cada objeto y actividad tiene un propósito específico en el desarrollo de los niños.

En las aulas Montessori, los niños son agrupados en rangos de edad de tres años, lo que naturalmente fomenta la socialización, el respeto mutuo y la solidaridad. Esta disposición fomenta una dinámica de aprendizaje colaborativa, donde los niños no solo aprenden de los educadores, sino también unos de otros, creando así una comunidad educativa basada en la comprensión y el apoyo mutuo. 

Hemos podido hablar con María Calzón, directora de Educación Primaria, para conocer más detalles sobre la formación en este ámbito de profesores y profesoras del centro Santa Teresa de León.

En palabras de Manzón, este enfoque se basa en "el respeto por el ritmo de cada niño", creando un ambiente donde la autonomía florece. Para aprender este método, los educadores del colegio participaron en un curso intensivo de 4 días y 3 horas cada sesión, que no solo fue teórico, sino que también los sumergió profundamente en la práctica del método. Impartido por especialistas en el campo, este curso proporcionó una comprensión completa de las técnicas y materiales esenciales del método Montessori.

Un aspecto fundamental de este modelo educativo es su énfasis en que el niño sea el arquitecto de su propio aprendizaje. A través de un entorno cuidadosamente preparado y materiales educativos específicos, los niños son alentados a explorar, experimentar y descubrir por sí mismos. Esta libertad fomenta no solo la independencia, sino también valores esenciales como la responsabilidad y el respeto hacia los demás. 

Lo que distingue al método Montessori es su atención a la diversidad. Respetando los principios de DUA (Diferenciación Uso de la Asesoría), este enfoque se adapta a una variedad de estilos de aprendizaje y necesidades individuales. Manzón enfatiza cómo este sistema fomenta la creatividad, la imaginación y el pensamiento crítico, preparando a los estudiantes para un mundo complejo y cambiante.

En última instancia, el método Montessori no es simplemente un enfoque educativo, sino una forma de honrar la singularidad de cada niño y fomentar un amor natural por aprender. El Colegio Santa Teresa de León está preparando a sus estudiantes para un futuro lleno de posibilidades, arraigados en valores de respeto, independencia y autodescubrimiento.