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En el transcurso del mes de octubre, un grupo de estudiantes de segundo de bachillerato del Colegio Castroverde se embarcaron en una vivencia única al participar en dos proyectos vinculados estrechamente con la Unión Europea. Bajo la dirección de Educación para un Mundo Interdependiente (EDIW), organización internacional sin fines de lucro con sede en Bruselas y respaldada por entidades privadas y públicas (incluida la Comisión Europea), estas jóvenes tuvieron la oportunidad de explorar y contribuir a la construcción del futuro europeo.

La primera actividad consistió en ágoras virtuales, donde algunos ponentes compartieron conocimientos sobre temas cruciales relacionados con la Unión Europea, como el programa Erasmus y otros proyectos emblemáticos. La culminación de estas sesiones fue un debate, en el que participaron chicos y chicas de diferentes países, como Portugal, Italia, Francia e Irlanda. Se eligieron tres valores fundamentales de la Unión Europea: igualdad, unión y sostenibilidad. 

Respecto a estos valores, ambas compartieron las siguientes perspectivas:

  • Consideran que la unión es la clave para construir una sociedad sana y equitativa.
  • La elección de la sostenibilidad se fundamenta en la búsqueda de un equilibrio entre la salud y la vitalidad, abarcando aspectos ecológicos, humanos y económicos. Este enfoque se percibe como esencial para proteger el medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
  • Expresaron la necesidad de dar visibilidad a los más vulnerables, reconociendo la importancia de la inclusión y la equidad en la construcción de una Europa justa. 

El segundo proyecto llevó a las colegialas a un viaje a Bruselas, acompañadas por su profesora y tutora Raquel Campo. Más allá de la privilegiada visita al Parlamento Europeo, participaron en un debate simulado, en el que no solo interactuaron con estudiantes de bachillerato, sino también con compañeros de otras universidades como Deusto y Carlos III. Este debate, una representación del funcionamiento del Parlamento Europeo, asignó a cada participante roles específicos y partidos políticos de diferentes países. 

Desde una perspectiva personal, las alumnas compartieron sus reflexiones sobre la experiencia. A pesar de la incertidumbre inicial y los nervios, destacaron la asombrosa visita al Parlamento Europeo y la oportunidad de interactuar con personas de diversos países. Esta actividad contribuyó al mejoramiento de sus habilidades en inglés y fortaleció su capacidad para desenvolverse frente a entornos internacionales y grandes audiencias. 

Estar rodeadas de jóvenes universitarios permitió a nuestras protagonistas, en un momento crucial de sus vidas, dialogar sobre sus futuros académicos y profesionales. La gratitud fue un sentimiento compartido por todas, reconociendo la invaluable oportunidad de participar y contribuir a un proyecto que les permitió comprender más profundamente el funcionamiento de la UE, sus raíces, causas y su impacto significativo en sus vidas.