Un sencillo cuento puede cambiar la realidad de una persona a miles de kilómetros de distancia. Una simple historia puede hacer del mundo un lugar un poco mejor. Y es que cada uno de nosotros puede hacer algo bueno por los demás si se lo propone y, además, aprender durante el proceso. Así lo demuestran los alumnos/as de 4º de Primaria y 3º de ESO del colegio El Armelar de Valencia, que desde hace tres años trabajan juntos en un precioso proyecto titulado Érase una vez Guadix, donde escriben, ilustran, maquetan y editan una serie de cuentos solidarios que ayudan a otros niños de entornos más desfavorecidos.
El centro de Jaén se apaga poco a poco. Cada día son más los establecimientos de la zona que no tienen ninguna actividad reciente —en concreto el 23,3 % del total según Comercio Jaén— lo que lleva a un inevitable deterioro del corazón de la ciudad, que está viviendo una pérdida progresiva de habitantes en los últimos años. Una “pescadilla que se muerde la cola”, pues la despoblación hace que se invierta menos en negocios y, al haber cada vez menos trabajo y oportunidades, la gente, en especial los jóvenes, deciden emigrar a otros lugares que les ofrezcan un mejor futuro.
La actual crisis económica con la subida de los precios que ha traído consigo está poniendo en aprietos a muchas familias, que tienen problemas para llegar a fin de mes. Algo que, por desgracia, es más común de lo que podemos pensar y del que los colegios son conscientes, pues algunos de los alumnos pueden estar pasando una difícil situación en casa, que también afecta a su día a día en clase. Y es que la vulnerabilidad de un niño y su familia es un tema delicado para el que los colegios cuentan con protocolos de actuación para ayudar en la medida de lo posible y facilitar la vida del alumno; un refugio en el que el menor y la familia se sienten acompañados. Por supuesto, la vulnerabilidad no solo concierne a lo puramente económico, sino que puede ser un por otros factores como la barrera del idioma en un alumno recién llegado de otro país, con necesidades especiales o que vive una situación de violencia dentro del hogar. De todo ello hablamos con Neus Abad, directora de la Escola Arrels de Barcelona, perteneciente a la Red de centros, que nos cuenta cómo actúa el colegio cuando se producen este tipo de situaciones y cómo las detectan para poder intervenir de la mejor forma posible, siempre con el fin último de hacer lo que es mejor para el alumno.
Se acerca la Navidad, una época muy especial para los colegios de la Red de centros tanto por la ilusión que se respira en todos ellos como por las múltiples actividades que realizan profesores y alumnos en estas fechas antes de las merecidas vacaciones. Una de las tradiciones más especiales es la que lleva a cabo el colegio Santa Teresa de Alicante, que desde hace más de 50 años organiza un Belén viviente en el que participa todo su alumnado, y que se ha convertido en una celebración imprescindible para la comunidad educativa de la ciudad. Un hermoso proyecto que pasa de generación a generación y que es puro espíritu navideño.